"Vive la vuelta desde casa". Eso estamos haciendo, aunque hoy debería ser 28 de agosto y la llegada la estaríamos viviendo en Suances. O si la mañana de playa fuera de esas que es imperdonable perderse, seguramente hubiéramos visto pasar a la "serpiente multicolor", que decían los clásicos, por la rotonda junto al cementerio de Comillas.
Vivirlo desde casa en otoño supone un regalo para la vista. Hemos disfrutado de un bosque camino de Lekumberri, del Sobrarbe, Ordesa y el Valle de Tena. También de la Laguna Negra y del Alto de Moncalvillo. Hoy tocaba hacerlo de esa Cantabria infinita, con sus verdes pastos y sus acantilados. Y de un mar bravo que hacía desaparecer con sus olas y la pleamar esas playas tan queridas como la de Comillas o la de Oyambre.
Desconozco la historia de la bicicleta de la foto, pero hay que tener buenas piernas para tenerla a pie de playa en Suances. Toda salida hacia la villa marinera es cuesta arriba. Más vale que no se te caiga un balón del recreo o del patio de tu casa porque ya lo has visto. Eso sí, la vía verde que recorre la ría del Besaya es una gozada, y sin pendientes.
En Suances he visto perder a Valverde en 2008 una Vuelta y hoy hubiera visto al esloveno Roglic mostrar su candidatura a revalidar la del 2019. Con apenas dos millones de habitantes los eslovacos asombran al mundo del deporte con Doncic, Pogacar, Roglic, Oblac.... ¿Vuckic? Me parece que no.
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