Son las 20 horas. Pistoletazo de salida para que el ciclista coja la calle. Arranca como si fuera una contrarreloj individual. Lleva preparado algunos minutos en el portal; no quiere ser ilegal y adelantarse en la franja horaria. Tampoco quiere perder segundos a lo Perico Delgado en el prólogo del Tour 1989.
Da las primeras peladadas y se crece; la gente en las ventanas comienza a aplaudir y fantasea cnon que es por él. De repente la contrarreloj se vuelve en una etapa en línea y se ve inmerso en un pelotón dentro del carril bici. Suena "Resistiré". Y unas manzanas más adelante.... no me lo puedo creer; Azul y Negro y el "Me estoy volviendo loco" de la Vuelta a España de 1982, aquella entre Ángel Arroyo y Marino Lejarreta (dos grandes). La locura... El pelotón se viene arriba y termina en "montonera". Si cuando podamos ir a trabajar, de bares, tiendas y restaurantes nos lo tomemos igual que cuando nos han dejado hacer deporte, levantamos el país en dos semanas.
Mañana comenzaba el Giro. Esperaremos, ojala, al 3 de octubre. Y no te digo nada lo que disfrutaremos el 25 de octubre cuando coincida en un mismo día la crono final del Giro, la etapa del Tourmalet de la Vuelta a España y la 118 edición de la París-Roubaix.
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