De cuando estuvimos el otro día en Ribadesella faltaba una postal dedicada a la ermita de la Virgen de la
Guía. Visitarla supone subir al Monte Corberu y disfrutar de sus vistas privilegiadas, a Ribadesella, a sus playas, a los Picos de Europa y al mar Cantábrico. Desde aquí podemos contemplar, junto a la playa de Santa Marina, la colonia veraniega de burgueses y aristócratas que comenzó a levantarse a principios del siglo XX, y que para algunos es el mejor conjunto urbanístico de veraneantes de todo el litoral cantábrico.
La ermita se construyó en el XVI, aunque posteriormente fue reformada a finales del XIX. La web "Villas Marineras" nos cuenta que le falta una nave, probablemente perdida en un desprendimiento, y que en el sigloXVI se fortificó el recinto para defender la bacanada del puerto. Los tres
cañones que aparecen en el mirador formaban parte de aquella fortificación y fueron
arrojados al mar por los franceses en su retirada de la villa en la guerra de
la Independencia. Cuando se recuperaron fueron utilizados como boyas en el puerto y en 1999 restituidos a su emplazamiento actual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.