El Restaurante Filipinas cumple cien años. Forma parte de nuestros refugios veraniegos a la hora del desayuno y lectura del AS desde hace años. Si has estado en Comillas has pasado por sus puertas. En el mismo centro de la villa; allí donde pusieron el semáforo porque todas las carreteras y todas las direcciones pasan por este punto. Esquina de la plaza de los Arzobispos, frente a la Casa Ocejo (hoy propiedad del Conde de Orgaz y residencia veraniega de Alfonso XII).
Las críticas gastronómicas de las redes sociales no lo ponen muy bien; pero uno se encuentra de lo más a gusto y siempre bien atendido por Nando, que nada más verme ya va preparando el café con leche y el croissant a la plancha, aunque haga un año menos quince días que no nos veamos. Las críticas no serán buenas, pero durante todo el verano su enorme salón, decorado con fotos e ilustraciones de la zona, siempre está abarrotado. Abstente de ir el 11 de septiembre. Ese día se celebra "el Mozucu de Ruiloba" y se cierra por fiesta de obligado cumplimiento por los gemelos dueños del local.
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