Castro Urdiales es la primera gran villa marinera que te encuentras al entrar en Cantabria desde Euskadi. Está tan cerca que a los vascos les sorprende que en un sitio tan bonito pueda haber tanto cántabro. Ya sabes esa necesidad de "espacio vital" que necesitan algunos pueblos que se creen distintos al resto.
Su historia nos cuenta que ya estuvo, esta privilegiada zona, poblada en tiempos prehistóricos y prerromanos. Y de hecho es nombrada en la obra de Plinio el Viejo. Mira, es la segunda vez que lo nombro en las postales de este verano. ¿Te acuerdas de la postal de la luna de sangre?. De hecho la cita que te nombré venía de la trilogía de Trajano de Santiago Posteguillo, y Castro Urdiales tiene una estatua del emperador Vespasiano (también personaje de esa trilogía y uno de los grandes de la historia imperial) como fundador de la ciudad.
El perfil que nos muestra la iglesia gótica de Santa María de la Asunción, el faro sobre el castillo de Santa Ana y la ermita de Santa Ana, acogiendo el puerto, conforman una de las postales ms reconocibles de todo el litoral cantábrico
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