Sabes que siempre te he dicho cuanto me gusta el Viernes Santo. Es el que define nuestra Semana Santa, con ese desfile de las Siete Palabras por la mañana y el Santo Entierro por la tarde. La procesión de los tambores, a los que recurrieron la mayor parte de las cofradías zaragozanas, y la de la Sangre de Cristo en torno a cuyos pasos se crearon también la mayor parte de estas. Y además, San Cayetano sigue abierto pare rendir culto y veneración al Cristo de la Cama.
Y si el tiempo nos respeta que más queremos, que ya sabemos como nos ha ido muchos años en lo que llevamos de siglo. Había algún riesgo de lluvia, pero si has visto las postales que te he enviado desde la plaza del Pilar, con la III Palabra, el día ha sido estupendo. Bien es cierto que la lluvia nunca ha sido un obstáculo para la predicación de las Siete Palabras; pero mejor así, ¿no?.
A las Siete Palabras le pasa como a la Entrada el Domingo de Ramos, para ellos es la mañana y el verde de los capirotes es el color de la esperanza del mensaje de sus predicaciones. Y además, da la sensación de que cada año salen más, y que el gran paso de la Séptima Palabra ha sido un aliciente más para sus desfiles, tanto por su belleza, la espiritualidad que inspira, la forma de portarlo y los ministriles en el acompañamiento musical. Son ya cinco años por nuestras calles..... ¡como pasa el tiempo...! Te recuerdo que a lo largo de todo el año al Cristo se le puede rendir culto en la capilla de San Pedro Arbués en la Basílica del Pilar. Todo un privilegio.
Y llegó la tarde, es la hora del Santo Entierro, que este año traía cambios en el recorrido por las obras del Mercado Central, obligando a llevar la Procesión General por la calle Manifestación, la misma por donde se retorna. Lo que en años pasados hubiera supuesto un riesgo, el que la cabeza de la procesión llegara al final sin haber terminado de salir la comitiva, no ha sido así tras diversas decisiones adaptadas en la organización el año pasado. Imagino que ya te lo comentaría en la carta de 2017; el caso es que desde San Cayetano solo salen los pasos que están dentro de la iglesia, y que el resto de participantes (incluidos guiones, estandartes, atributos...) se van sumando a la comitiva una vez que las imágenes enfilan Manifestación. Y lo mismo ocurre al final, para aquellas cofradías que introducen sus pasos en la iglesia. La realidad es que se han evitado parones, y se ha agilizado la procesión. También es cierto que a todos nos da pena no poder despedirnos de nuestros pasos como solíamos estar acostumbrados. O iniciar la procesión como estábamos acostumbrados y que ofrecían imágenes televisivas tan espectaculares como las de los años 2014 y 2015 en la salida del Cristo de la Cama. Si tienes ocasión de recuperar aquellas retransmisiones de Aragón Televisión hazlo.
Se hizo raro salir por Manifestación,sobre todo cuando, la llegada del tranvía obligó a cambiar el itinerario años atrás pasando por las Murallas Romanas, iniciando un tramo precioso y muy espiritual entre San Cayetano y San Vicente de Paul. Es más, el primer año que se pasó por las Murallas Romanas, estas se utilizaron a modo de gradas, algo que fue criticado , pero que a mi me pareció precioso. A fin de cuentas solo son piedras por muy romanas que sean. La grandeza del Santo Entierro ha obligado a ampliar demasiado el recorrido....y Zaragoza no es una ciudad muy amable en sus calles y plazas para acogerlo.
Con todo, cambios de recorrido, parones, maneras de incorporarse o de despedir... lo importante es que hemos vuelto a participar en lo importante, sabiendo que se lleva realizando más de 400 años y que está organizada por una pequeña Hemandad en número pero grande en historia. Tendríais que ver como está de ordenado San Cayetano cuando entra la Cama, y como rapidamente se dispone para que autoridades y todos aquellos que han tenido la suerte de quedarse dentro accedan hasta los pies del Señor para darle el último adiós.
Se cierran las puertas, que se abrirán apenas una hora después para que la Virgen se aleje del Sepulcro en su Soledad. "La Dolorosa" la lleva marcando el paso con sus lentas hasta San Felipe. Unas gotas de lluvia impidieron que la procesión de la Soledad retornara a Santa Isabel. Ya es Sábado Santo; mañana seguirá siendo día de Soledad y Sepulcro y la Hermandad de la Sangre de Cristo seguirá presente y con mucho trabajo.
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