Este verano nos sorprendía la noticia de que Sallent de Gállego era el pueblo español con más bares por habitante. "Bares, mucho más que lugares" decía ese estudio, señalando que un 65% de los españoles pensamos que los bares son un símbolo de cultura, y el lugar preferido como punto de encuentro. Sallent, sin los bares, ya es todo esto.
A 1.305 metros de altura. atravesado por el río Gállego, a orillas del embalse de Lanuza y de la Peña Foratata, cerca de la frontera con Francia y a los pies de algunas de las más altas cumbres del Pirineo, se constituye como la capital del Valle de Tena, estando ocupado parte de su término municipal por el
Monumento natural de los Glaciares Pirenaicos.
Posee una bellísima iglesia parroquial de estilo gótico, un puente medieval, escudos, puertas, ventanas de singular belleza, además de paisajes que ofrecen infinidad de posibilidades para la práctica de deportes de montaña y aventura.
Sallent además también nos recuerda que tuvo un gigante de 2,27 metros de altura, y que la banda terrorista ETA dejó su vil huella asesinando en agosto de 2000 a dos jóvenes guardias civiles, Irene Fernández de 32 años y José Ángel de Jesús de 22 años.
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