martes, 11 de abril de 2017

CARTAS COFRADES 2017-XIV: Lunes Santo



Las procesiones tienden a las viejas calles, y cuanto más estrechas mejor. Las cofradías pequeñas encuentran en ellas el espacio acogedor que otro tipo de paseos no ofrecen. Sin embargo, en los últimos tiempos, de esas viejas calles también se apropian grandes comitivas, aunque haya que retorcer el callejero para introducirme por ellas. El Lunes Santo nos ofrece varios ejemplos de esto, aunque es el Jueves cuando se llega al punto álgido.

No solo las calles estrechas atraen; también el centro de gravedad, y no solo porque hay que participar en el Santo Entierro desde San Cayetano. La Exaltación ha dado muestras de ello hoy bajando desde Casablanca hasta la Maestranza por primera vez en sus 30 años de existencia. Decisión no exenta de debate que sin embargo favorece al cofrade con ansias de no perderse detalle. 

Y es que antes de que se fundara la Exaltación allá por 1987, la noche del Lunes Santo era de los Nazarenos, y a noche de hoy tenemos 7, incluyendo a la Llegada al Calvario en Valdefierro, a las Negaciones por Miralbueno y la participación de la Dolorosa en Montemolín. Ante tanta variedad los Nazarenos nos proponen desde el año pasado un cambio de recorrido por la Magdalena, haciendo estación bajo la torre mudejar, para acceder a la obligada calle Dormer. Si siempre merece la pena acompañar a us piquete de cornetas, su paso por esta emblemática calle fue excelso. Calle que aún conservaba el olor a incienso y el eco del golpe de martillo evocándonos al Dulce Nombre.

Por allí pasaron antes las Siete Palabras viniendo en viacrucis desde San Gil y camino del arco del Dean. Y es que la noche va de arcos, pues más o menos a la misma hora, en torno a las 23 horas, Jesús camino del Calvario pasaba bajo el de San Ildefonso para salir a la fachada de Santiago y realizar la predicación de las Tres Caídas con una representación de la Columna, que les recibe en su sede y les acoge al son de sus marchas y la presencia de la Virgen en el Mayor Dolor. Y es que hay trazados que a la vez que se busca, imagino, el recogimiento del cofrade en la soledad de esas calles, se combinan con el virtuosismo de peaneros salvando farolas y efectismo visual y fotográfico que supone verlos aparecer por allí. Esto mismo lo encontramos en el Antiguo Matadero por donde discurre parte del viacrucis en el que participa la Dolorosa por el barrio de Montemolín

Pero volvamos a Dormer, pues allí termina la procesión de la Exaltación en la Real Maestranza de Caballería, donde llegaron más pronto de lo que se esperaba, brindando a los seguidores de las cofradías de otro momento de interés a los muchos que año tras año se intentan descubrir. 

Despedimos en San Cayetano al Nazareno al son de la Marcha Real, y con recogimiento al son de los tambores (suelen ser muy bonitas y solemnes las marchas que se crean para despedir a las peana)al Criso de las Siete Palabras. Y como no solo hacemos oración con redobles, un saetero, como en tiempos hacía "el Descapotable", surgía en las procesiones ofreciendo su fervor con arte, una voz angelical despedía el acto de Santiago y los sobrios cantos castellanos hacían lo propio con el Cristo Exaltado. 

Será que hacía buena noche. Será que los colegios tienen vacaciones. También puede ser que las procesiones atraigan, porque había gente en todas y por todos los rincones. 




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