A las faldas del Turbón, en el Valle de Bardají, situamos a Llert a 1.000 metros de altura y no llegando a la veintena de habitantes. Casa Chuanalín, Casa Gabás, Arnal o Casa Marcantoni, conservan, con piedra, madera y pizarra, la historia de esta población documentada ya a principios del siglo XI. Del XII es su iglesia de San Esteban, cuyo atrio invita a sentarse y contemplar como pasa el tiempo a la sombra del Turbón.
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