Ya tenemos aquí las fiestas de Zaragoza, en tiempos no muy lejanos en honor a su Patrona la Virgen del Pilar, y hoy en loor a lo que cada uno quiera dedicar. El cartel no pasará a la historia de la cartelería festiva, de hecho no han podido sacar del mismo ningún detalle que anime otros carteles, salvo los cuadrados del cachirulo plagiando paradas de metro, pero casi se agradece que el motivo principal sea la basílica.
El programa, el de siempre, para que cambiar una formula que triunfa y que hace disfrutar las fiestas en la calle si el tiempo lo permite. Para los que las viven intensamente van a ser duras, con un primer fin de semana a tope empalmando primera noche de pregón con la noche del Pilar, y si encima eres baturro con las ofrendas a la Virgen y el Rosario de Cristal (por más que lo escondan se siguen haciendo, me refiero se siguen haciendo a la Virgen). Los amantes de la música echarán de menos aquellas primeras figuras nacionales o internacionales que venían tiempos atrás pero por lo demás....... hasta arrozadas gratuitas va a haber este año, por si nos faltaba algo para hacerlas más pueblerinas (cogérmelo en su acepción de pueblo o aldea pequeña, no en su acepción de persona sin cultura y sin modales. Y tener dos acepciones no hace a la palabra polisémica, por más que se empeñe Pedro Sánchez en que "nación" lo sea. Menos mal que se presenta a Presidente del Gobierno, porque a profesor de lengua hubiera suspendido).
La publicación del programa ha vuelto a su formato original tras seis años tamaño A4. Que costumbre tienen las publicaciones de toda índole de modificar su tamaño, fastidiando el ordenamiento y la alineación cuidadosa y metódicamente obsesiva en un estante. El actual cambio ¿será por ahorrar papel?, será, pues incluso han limitado las páginas ahorrándose discursos de concejales y los temas referidos a la religión y a los toros. También nos podíamos haber ahorrado el discurso del alcalde que no dice nada pero lo llena de participación, convivencia, ciudadanos y ciudadanas, vecinos y vecinas, todos y todas, vascos y vasc.... ay no.... que los de aquí somos zaragozanos y zaragozanas, aragonesos y aragonesas. En otros tiempos el programa publicado hubiera estado dedicado a los 250 años de la Santa Capilla, una de las obras cumbres del barroco español, pero seguramente el libro de stilo de los que publican en el ayuntamiento esto no será del todo correcto.
Eso si, el tema principal me gusta por lo novedoso. Este año dedicado al arte urbano, los grafitis y los murales y a los diez años del Festival Asalto lo digo en serio, ahora no estoy tirando de ironía, como tampoco lo hago al reconocer el merito del alcalde nombrando a la Hermana Milagros como Medalla de Oro de la Ciudad. Si solo juzgamos sus cien primeros días de gobierno con las noticias de las que hace carnaza la prensa, esta es la decisión menos partidista y sectaria de los de "Pablemos en Común".
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