En su primer disco en directo, Sabina (y Viceversa), se presentaba con aquello de "queríamos grabarlo en Carnaval, que mola más que la Cuaresma". Para gustos los colores. A nosotros nos gusta mucho la Cuaresma, que se ha acabado hoy. Mañana comienza la Semana Santa. Y el Pregón con sus colores, unión de todas nuestras cofradías, pone el colofón a esa Cuaresma que tanto nos gusta y en la cual nos preparamos para celebrar la Pasión y Resurrección de Cristo, como tan poeticamente nos ha explicado la pregonera de este año, Ángeles de Irisarri. No es la primera vez que oímos a Irisarri en temas de Semana Santa. Ya hizo un "Encuentro", de los más bonitos que hemos escuchado, allá por 1998 (un año especial). Y también en algún Dominum y presentación de libros de la colección Redobles.
Y el de hoy sigue siendo un día de preparación, seguimos en Cuaresma (ehhh Sabina....). Por eso la mañana que se vive entorno a las iglesias ( o la tarde en el caso de la Humildad y su retranqueo, cita obligada para amantes de la costalería haya o haya pregón). Y también en algunos bares, porque lo de "la Ría" es de lo más curioso, con cinco grupos de cofradías reunidos tras realizar sus labores, o antes de realizarlas, O antes y después de realizarlas. El Evangelio debe de ser un modelo y lo de la Última Cena con los amigos como que es una costumbre muy arraigada.
Enrique Martínez, en el Redobles nº 7 de 2004, escribía aquello de "El Pregón, síntesis de nuestra Semana Santa". "Porque más que un prólogo es la síntesis de nuestro mensaje de Comunidad". Conviene leer siempre a los clásicos. Leer y releer. Nos dan "Luz". Y Enrique lo es. Y Redobles lo es. Volvemos a hablar de Redobles por segunda vez en esta carta. Esperemos que sigamos disfrutando de la Revista durante muchos años más y no nos convirtamos en esclavos de nuestras palabras amigo Sergio.
Y hablando de Sergio, me acuerdo de Armando. Al que se que le gustaría haber estado esta tarde en Hijar. A mi también, contigo. Señal que habría ganado alguna vez en el Concurso de Hijar, cosa que solo han conseguido de Zaragoza las Siete Palabras y la Columna. Y la Columna, para la ocasión ha montado una cuadrilla de lo más especial cargada de veteranos para celebrar ese concurso de Hijar que cumple 50 años y que tanto ha aportado a nuestro tambor zaragozano.
Ese tambor que hoy ha mostrado su patrimonio sonoro por el centro de la ciudad, anunciando nuestra Semana Santa, con los toques más carácterísticos fundidos en tres marchas, dirigidos este año por la Llegada al Calvario, y unidos a las carracas y matracas, a las heráldicas del Silencio y a las cornetas del piquete. Un piquete que crece y crece con los años, en componentes y repertorio de marchas más allá de marcar el paso con unas lentas de tambores. Orgullo de la Junta Coordinadora.
El mismo pregón de siempre. Pero como diría mi amigo Manolo Sales. "A mi no me hables de proyectos, dame lo de siempre"
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