Me gusta el ciclismo desde que veía a Ocaña en el NODO. Me apasiona gracias a Delgado y con Indurain lo convertí en religión cuya liturgia se celebra a la hora de la siesta del mes de julio.
Hoy comienza el Giro, la menos seguida en España (si es que todavía a alguien le interesa el ciclismo) a nivel medios de comunicación de las tres grandes y sin embargo la que mejor conserva el sabor añejo de un ciclismo de otras épocas, con unos hermosos recorridos tantopor entornos naturales (los Dolomitas son impresionantes), como por ciudades y pequeñas localidades que convierte el paso del pelotón por cada pueblo en una fiesta local.
Veo la lista de los participantes y no se presentan grandes figuras, y aunque es verdad que el Giro siempre se nutre de la pléyade de ciclistas transalpinos de la que siempre ha gozado, actualmente tampoco es que tengan, salvo Basso, nombres que llamen la atención (lejos quedan ya los Coppi, Bartali, Mosser, Batacclin, Saronni, Bugno, Chiappucci, Pantani...). Un ejemplo es que ponen a Purito Rodriguez o a Frank Schleck entre los favoritos. Si estos dos son favoritos para ganar una grande.......
Con el comienzo del Giro termina la primavera ciclista, la de las grandes clásicas que hemos tenido que seguir colgados de internet. No ha habido grandes hazañas, ni proezas, salvo las protagonizadas por Tom Bonnen, especialmente en la París- Roubaix. Tampoco han brillado las grandes figuras, quitando el espectacular comienzo de temporada de Valverde en su retorno o Wiggins, que apunta hacia el Tour.
Y entre los españoles, además de Valverde, Luis León se ha dejado notar en todas las carreras, Freire está completando una dignisima última temporada y por supuesto la gran victoria de Purito en la Flecha Valona demarrando sobre el Muro de Huy.
Esto no ha hecho más que comenzar. Ya huele a lo mejor del año. Ya lo decía Fernán Gómez, "las bicicletas son para el verano".
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