Otra Semana Santa se nos ha consumido. Como la cera de lo cirios que poco a poco va recuperando nuestra Semana Santa. Como los redobles de tambores que se pierden por las esquinas del cierzo.Como las últimas palabras de Jesús Crucificado.
Pero antes que cofrades somos cristianos y hoy es día de alegria. El sepulcro está vacío y es lo que da sentido a nuestra religión.
Y así lo manifiesta nuestra última procesión, la de la Hermandad del Crsito Resucitado. Cara descubierta, mantillas blancas, marchas de tambores y cornetas alegres. No hay hachas sino claveles. Jotas y no saetas. Plaza del Pilar bajo la luz del sol y no de la luna. Encuentro Glorioso y no Doloroso.
Y a veces los sueños se cumplen. Y de la misma manera que siempre soñaba con un Sábado de Gloria con más contenido cofrade (puesto que en parroquias y comunidades cristianas lo tienen como ningún otro día del año), siempre pensaba lo bonito y el sentido litúrgico que tendría que la Virgen de la Esperanza saliera de San Cayetano, especialmente ahora que el sepulcro se mantiene abierto tras el Santo Entierro. Gracias a las obras de la ciudad esto ha ocurrido hoy. No sabemos si volverá a ocurrir. No es nuestra cofradía y los arraigados sentimientos a unas raices pesan mucho. Y la cofradía de Cristo Resucitado lo demuestra a partir de ahora con sus nuevas grecas en los pasos inspiradas en motivos arquitectónicos de su colegio de Agustinos.
Va siendo hora de firmar y cerrar el sobre de estas Cartas Cofrades. Tal vez han sido demasiadas, pero como alguno decíais que las leíais............. pero va siendo hora de quitarse el tercerol y "volver a casa"
350 días para domingo De Ramos.
No han sido demasiadas, han sido muy buenas
ResponderEliminarUn millón de gracias por ellas
ResponderEliminar¿Muchas? Nunca serán suficientes. Escribes tú, pero lo sentimos muchos y lo compartimos en las redes sociales con otros que también lo sienten.
ResponderEliminarGracias, Jorge, por prestar tu teclado a nuestra voz.
Un abrazo.
Vuelve pronto Jorge...
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