No me refiero a los gigantes ni a los cabezudos. Tampoco a Fernando Esteso, a la Maña o a Marianico el Corto. Tampoco a Amaral. Ni al "que quiso volver un día, pero eso no pudo ser".
Al igual que el turrón por Navidad, para el Pilar el cierzo vuelve a su casa como no podía ser de otra forma. ¿Alguien recuerda algún Pilar sin ningún día soplando el aire?. Es como el judio errante, siempre ha estado aquí, nunca se ha marchado para no volver. Pero si ya nos hablaba de él hasta el mismo Catón que decía “el cierzo cuando hablas te llena la boca, derriba un hombre armado y carretas cargadas". Bueno, el no decía cierzo, decía cercio, pero es que sabía latín. Esto nos lo cuentan muy bien José Ramón Marcuello, Carmen Ibáñez y Sergio Breto que hace un par de semanas presentaron ‘El viento en Aragón’ (publicado por el Gobierno de Aragón), que abarca desde la mitología hasta la energía eólica, y donde el cierzo es el principal, aunque no único protagonista.
Protagonista fue ayer en el pregón , aunque no deslució el desfile porque había poco que deslucir. Esperemos que el desfile del pregón no sea reflejo de lo que van a ser las fiestas porque si no pobrecicas estas. Pensemos que no ha sido solo así por recorte presupuestario (que también, sino tan solo por cuestiones de guión en un recorrido poco apropiado).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.