sábado, 11 de junio de 2011

CRÓNICAS ROMANAS III: Roma. Ciudad abierta

Abierta no solo al cine de Rossellini. A muchas cosas pero especialmente al arte. Arte por todas las calles, arquitectura de la Roma republicana e imperial,del renacimiento y del barroco, de Miguel Angel, de Maderno o de Giaccomo della Porta. Escultura por todas las plazas, obeliscos egipcios, fuentes de Bernini o de Borromini...... ¿Y pintura? En cualquier parte del mundo, para destacar un estilo pictórico lo denominan "la capilla sixtina de...." Pero lo mejor, lo que te deja anonadado y que no encuentras en ningún otro sitio (en España ni por asomo) ciudad abierta a las obras de arte que hay dentro de las iglesias, Y no es que no tengas que pagar por entrar en el Panteón o en San Pietro in Vincoli para ver el Moisés, o en Santa María sopra Minerva para ver el Cristo Resucitado también de Miguel Angel, o la falsa cúpula pintada en la Iglesia de San Ignacio, o los mosaicos prerrománicos de Santa María Maggiori o los Caravaggio en  San Luis de los Franceses y mucho menos en San Pedro del Vaticano que solo por presenciar la Pietá, se justificaría pagar pero que no se paga... no. Lo mejor de todo, lo que parece increíble es que no hay ninguna pega para fotografiar o fotografiarte con todas las obras de arte que te encuentres por el camino.

A nosotros que nos ha echado a escobazos una sacristana por fotografiar un crucificado horroroso (por eso lo fotografiaba) en una aldea perdida por la sierra soriana sin ninguna referencia en ningún libro. Y lo mismo con una pila bautismal con reminiscencias visigóticas y de la que tampoco he encontrado ninguna referencia. Nos han impedido hacer fotos en actos dentro de la Seo (tiene narices lo de la Seo, restaurada con dinero público o con financiación de obras sociales y lo complicado que es conseguir entrar a pasear o a rezar por sus naves a no ser que pagues la entrada de los Museos de Tapices. Y lo de la Catedral de Burgos no tiene nombre) o acercarnos a fotografiar un paso de Semana Santa que estaban desmontando las figuras sin ningún valor artístico y mucho menos emocional poniéndose los acolitos correspondientes en medio para estorbar el ángulo de la foto.

Llegas a Roma y encuentras el paraíso fotografiando al Moises o la Capilla Sixtina, haciendote fotos con el Laoconte o...... La foto que os presento del Laoconte sirve de ejemplo de lo que se vive en Roma (con las nuevas tecnologías cierto compulsión en llevarse todo digitalizado). Por cierto, al hacer esa foto me lleve el único toque de atención dentro de los Museos Vaticanso, yo pensaba que me había subido en un banco de piedra, de esos normales que vemos en los parques, pero no, parece ser que era pieza de la Exposición, nada más ni nada menos que un banco del Domus Aurea de Nerón (es lo que tiene ser bajito)

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