Me gusta el ciclismo. A pesar de todo

Esto de los blog está bien, porque te permite, si quieres, escribir de lo que te gusta. Y a lo mejor hasta te lo lee alguien. Por mi trabajo y otros menesteres me toca hablar y escribir de vez en cuando en público y para público. Pero de lo que verdaderamente me gustaría hablar es de ciclismo. Ningún deporte tiene la historia, la épica, los protagonistas ni los escenarios que tiene este deporte, hoy en día defenestrado y apartado de los grandes titulares y espacios televisivos y radiofónicos.

Parte de culpa lo tiene el propio ciclismo por sus pecados. El doping se convirtió en práctica generalizada, pero habría que ver los resultados de otros deportes si tuvieran el mismo control que tiene el ciclismo. Y luego está que, por lo menos en España, la atención de los medios de comunicación se ha centrado exclusivamente en los resultados de las grandes vueltas, las cuales en la última década y media han sido un rollazo, limitándose a un par de etapas atractivas y el dominio aplastante de un solo corredor. En esto mucha culpa la tiene la aparición de las nuevas tecnologías que supervisan cualquier esfuerzo del corredor y que además facilitan el dopaje.

Sin embargo, el ciclismo no se limita al Giro (que empieza este sábado), al Tour o a la Vuelta. Hay todo un calendario de carreras de un día o de una semana, muchas de ellas más antiguas que las anteriores, mucho más humanas en su desarrollo y con una larga cultura popular detrás, especialmente en las clásicas de primavera que se celebran en el norte de Francia y los Países Bajos.

Estas clásicas acaban de terminar. Prácticamente han pasado sin pena ni gloria por los informativos, e incluso por la prensa deportiva especializada (en fútbol). Y un año más se han escrito páginas gloriosas para este deporte en general y para el español en particular, pues, quitando el tenis (o sea Nadal), es el que más triunfos aporta al deporte español.

Esos momentos brillantes (de los españoles hablamos aparte) los hemos vivido con el suizo Cancellara, capaz de ganar en solitario tanto el Tour de Flandes como una semana después sobre el pavés de la Paris-Roubaix, en el infierno del Norte. Lo hemos vivido con el actual campeón del mundo, el veterano australiano Cadel Evans, tildado siempre de conservador y poco agresivo y al que vimos en la Flecha Valona aparecer en el Muro de Huy plagado de españoles (Purito Rodríguez, Contador, Antón, Valverde….. algo inusual) para quitarles el triunfo en el último suspiro. O ver renacer de sus cenizas, tras dos años de sanción, al kazajo Alexander Vinokourov ganando la centenaria Lieja-Bastogne-Lieja, una semana después de haber ganado el Giro de Trentino. Muy bonita fue también una etapa de la Vuelta al País Vasco en la que se ascendía dos veces el puerto de Aja y te metían por la calle de un pueblo que parecía la rampa de un garaje.
Sólo los campeones pueden ganar estas carreras. Vayan dopados o sin dopar, llevando una bicicleta Pinarello o del Decatlhon (en otros ¿deporte? para ganar parece que te tienen que poner un coche rojo).

En cuanto a los españoles, ninguneados en los medios de comunicación, decir que han completado una primera parte de la temporada de lo más brillante y con actuaciones y victorias sobresalientes, inimaginables en tiempos pasados. Como calificar sino a Oscar Freire, el tricampeón del mundo que ha ganado, también por tercera vez, la Clasicisima, la Milán-San Remo. “Purito” Rodríguez ha ganado la Volta a Cataluña, la Miguel Indurain y la Klásica de Primavera. Antonio Flecha ha conseguido por fin una carrera sobre pavés, la Omloop Het Nieuwsblad, además de quedar 3º en Roubaix, que para un español es como una victoria. Alejandro Valverde ha ganado el Tour del Mediterraneo, el Tour de Romandía, 2º en París-Niza, 2º en País Vasco, 3º en Lieja…… Y Alberto Contador ha ganado la Vuelta al Algarbe, la París-Niza, Castilla y León, 3º en la Flecha Valona………

Con todos estos resultados, la clasificación de la Unión ciclista Internacional está encabezada por Alejandro Valverde (al que seguramente en breve le caerá una sanción de por lo menos un año), 2º va el belga Gilbert (que gano la Amstel Gold RACE y así ya tenemos nombradas todas las clásicas y el triptico de las Ardenas), 3º “Purito” Rodríguez y 8º Alberto Contador

Comienza el Giro. Yo por lo menos lo pienso seguir, aunque sea a la vieja usanza cuando me enteraba de lo que hacía el equipo ZOR de Alberto Fernández con los breves apuntes que daba Chico Pérez en los boletines de la SER, o al día siguiente con las crónicas de Benito Urarburu en Heraldo. Los montajes de García en Antena 3 Radio, lamentablemente, no volverán.

Y el Giro, aunque sea una carrera para italianos, suele tener etapas de lo más atractivas. Suerte Carlos Sastre.


Jorge Gracia Pastor