DIARIO DE FIESTAS DEL PILAR PARA AMIGOS FORANOS (V)

Gigantes y Cabezudos.
Dice la jota de la zarzuela “Pal Pilar sale lo mejor, los gigantes y la procesión”.
Me encanta la comparsa de los cabezudos, pues como también dice la zarzuela del maestro Caballero “Cuando era niña y jugaba, al verlos venir, corría; t ya moza, los buscaba; y mujer ya, los seguía”. Junto a todos los actos que rodean el culto a la Virgen del Pilar (salvo la ofrenda) y los toros, son lo más típico de nuestras fiestas. Si se leen crónicas de fiestas de finales del XIX o principios del XX, es normal leer “festejo indispensable”, “festejo por antonomasia”.

Y es que las primeras referencias históricas de los gigantes y cabezudos es Zaragoza se remontan al siglo XVI, cumpliendo un función religiosa. Esto nos lo cuenta muy bien un libro titulado Historia de la comparsa de gigantes y cabezudos de Zaragoza. De sus orígenes a la actualidad, de González Marín y Martínez Ramírez, de 1985.

Los gigantes representaban las cuatro partes del mundo entonces conocidas (el chino y la africana son una pervivencia de esta tradición) y en la procesión del Corpus, los gigantes abrían el desfile adorando la Eucaristía como símbolo del poder universal.

Los cabezudos es posible que representen las fuerzas del mal, que huyen de la presencia de la Eucaristía, creando la confusión entre el pueblo, siendo esta la faceta de la comparsa que ha pervivido hasta nuestros días en las Fiestas del Pilar, lo que vulgarmente llamamos “correr a los cabezudos”. Por cierto, cuando yo era crío, lo cabezudos no eran tan amables como son ahora, también es verdad que los chavales eran mucho más cabrones de lo que son ahora (para que luego se hable de la juventud actual).

La comparsa actual se conforma a partir de 1867, cuando se le encarga al artesano Felix Oroz que recree un desfile sobre el Quijote. Así surgen las figuras del Caballero de la Triste Figura, Dulcinea y los Duqueses de Villahermosa, que se unen a los cuatro continentes.

Sobre los cabezudos, desde 1841 se tienen noticias del Morico, el Verrugón, el Tuerto y el Forano, y Oroz añade cuatro más como personajes del Quijote, uno de ellos el Robaculeros (¿Sancho Panza?).

El proceso de consolidación de la comparsa es complicado, algunas figuras perviven y otras se van incorporando. Antes de fin del XIX desaparecen Asia y América y se construyen el Rey y la Reina. En 1964 la comparsa es quemada y se estrenan unas réplicas mas estilizadas, añadiendo la pareja de los bearneses.

En 1982 se estrena el cabezudo de la Pilara, con un gran bautizo del que Arancha conserva un recordatorio que colgó el otro día en el Muro.

En 1999 se renuevan otra vez los gigantes, con una réplica aproximada de los creados por Oroz. A los Cabezudos creo que esto les tocó en 2001

Y en 2008 se estrenaron las figuras de los gigantes de Palafox y Agustina de Aragón, conmemorando el bicentenario de los Sitios.

Si leemos el libro recomendado nos enteramos de muchas más cosas, de las bodas del forano y la forana en 1916 o de la comparsa del ruido que hacía referencia a la guerra de Cuba. Pero este libro se ha quedado obsoleto, pues en estos últimos 25 años la comparsa ha seguido viva.

Y debe seguir estando viva. A veces me imagino un nuevo cabezudo Labordeta, por todo lo que significa para Aragón. Para sus admiradores será un homenaje, para sus críticos será eso, un cabezudo con el que meterse. Esta es la grandeza de la comparsa.

Otro cabezudo podía ser Nayim. Representaría al zaragocismo y a uno de los momentos más ilusionantes y compartidos que ha tenido esta ciudad. Además es musulmán, con todo lo que le gusta a los políticamente correctos el mestizaje y todo eso. Pero ahora que caigo. A lo mejor no es políticamente correcto meterse con el morico, Que es eso de decirle que “le gusta todo menos ir a trabajar”.

Con toda esta historia detrás los Gigantes y Cabezudos merecen un respeto. Deberían salir siempre el primer día de fiestas desde el ayuntamiento, y no como han hecho algún año llevándoselos al Parque de Atracciones (recinto privado) o al Parque Grande.

Bueno, parece ser que las Fiestas del Pilar son algo más que la gente y la participación ciudadana. Que hay otras cosas, muy antiguas y arraigadas que vender. Y aún no hemos hablado del Rosario, el de la Aurora y el de Cristal, de la procesión.........