Al salir del debate de investidura, a un diputado nacionalista gallego le han preguntado que que pedía a los Reyes Magos. "Lo que a todos los Reyes, que dimitan". Y se queda tan ancho el tío. Será político, pero un político carente de tacto, sensibilidad y empatía. Aunque ya sabemos que, en aras de la libertad de expresión a ver quien la suelta más gorda, y si te he ofendido perdona. Sin embargo Baldoví, diputado de Compromis, dijo que tenía ganas de ver la cara de su nieto a quien los Reyes le iban a poner su primera bicicleta. Lo más bonito que hemos oído estos días de boca de un político.
No corren buenos tiempos para la monarquía. Pero en nuestra casa no solo no queremos que dimitan, a pesar de que ya no quedan niños, sino que lo celebramos a lo grande. Cabalgata (la de ese año la más bonita de siempre), chocolatada con los amigos de siempre, roscón, zapatos limpios, avituallamiento para los camellos y a dormir.
El diputado gallego tendrá su público, pero nunca tendría nuestro voto.
¡Que vivan los Reyes!
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