jueves, 23 de mayo de 2019

El guionista de Juego de Tronos que todos llevamos dentro



Reseñas aparecidas a lo largo de esta semana en Heraldo de Aragón

Barajemos varias frases recurrentes.
Si siempre se ha dicho que "todos llevamos dentro un seleccionador de fútbol", ahora podemos añadir que también llevamos un guionista de Juego de Tronos. Los que lo son de verdad pueden pensar aquello de "que hablen de mi aunque sea mal" (incluso con los gazapos que el personal señala apreciar en algunas imágenes, si no son falsos) 

Oí a un sabio decir "¿Qué une a la gente? ¿ejércitos?, ¿dioses? ¿banderas? No, historias. No hay nada más poderoso que una buena historia, porque nadie puede detenerla. No hay enemigo que pueda derrotarla". Daenerys hubiera preguntado si ese sabio no sería yo mismo; como la mataron antes de ser pronunciada no pudo oírsela a Tyrion Lannister.

Como este blog se declara cajón de sastre de todo aquello que nos apasiona, y quien sabe, si aguanta la "nube", no deja de ser un "banco de memoria", Juego de Tronos entra por derecho propio al cajón al traernos de cabeza desde hace poco más de dos años. Tardé en conocerla, ya ves. No fui como tú que esperabas el lanzamiento de los libros para ser el primero en acudir a la librería. Y desde luego, si hace 8 años no tenía  smarphone, como para tener una smartv.

Pero en el verano de 2017, ante el bombardeo publicitario de la séptima temporada, nos lanzamos a leer los libros. Reconozco que el quinto se me atragantó, pero ya me había enganchado a la serie. "No hay nada más poderoso que una buena historia". Y que le corten la cabeza al que crees que es el protagonista en el penúltimo capítulo de la primera temporada ya presagiaba que esta iba a ser diferente.

El lunes terminó todo. "Acabó la guardia". Opiniones para todos los gustos. Hay quien pide incluso que se vuelva a rodar la última temporada al no gustarle los derroteros tomados. Pudo haber tantos finales que era imposible contentar al "guionista que todos llevamos dentro". Lo que está claro desde luego, que Disney no es.

También hubo un tiempo, cuando se seguía la Formula 1 desde el forofismo del bar, que el personal sabía más de ingeniería y estrategia a seguir que los propios de la profesión.

A mi me gustó.

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