En dos artículos de opinión aparecidos en los últimos días en la prensa local los firmantes se declaraban "adictos al pasado", a las tradiciones y a la Navidad. Nos pasa también en este blog; que te voy a contar que no hayas intuido aquí ya. En uno de aquellos, Manuel Vilas se proclamaba"viudo de la Navidad" porque la que quiso murió hace mucho. Y decía, "los ilusos somos así: nos conduce el corazón a lugares que ya no existen".
En este blog todavía estamos "casados con la Navidad", aunque eso no quite que guardemos duelo por usos y costumbres que se están perdiendo. Una de ellas es la de recibir postales de felicitación y deseos de prósperos años nuevos. ¡Con lo que nos gusta recibir postales de todo tipo!. De crío las recibíamos a decenas, decorando con ellas el salón de casa, colgadas de pared a pared de cintas. A la de familiares y amigos de mis padres se unían las que se intercambiaban con los compañeros de colegio. Hoy que es el día que se cogen las vacaciones, los más rezagados te daban las suyas, juntándolas al boletín de notas camino de casa.
Carteros y buzones vivían los días más ajetreados del año. Unas postales solo recorrían los barrios de la ciudad. Otras España, y otras venían allende las fronteras. Siempre me ha sorprendido que, por el precio de un sello, las cartas, las postales, van pasando de mano en mano hasta llegar a su destino.
La tecnología, la comodidad, la inmediatez, incluso hasta la dictadura de la sostenibilidad y la ecología mal entendida han acabado con el ejercicio de dedicar unos momentos a aquellas personas que tienes presente más allá de tu buzón. Las postales que te llegaban a casa estaban especialmente dedicadas al que las recibía, de puño y letra del emisor. La mayor parte de los deseos y parabienes que recibamos por el móvil son impersonales y uno mismo, según los grupos de "wassap" a los que te han condenado a pertenecer (te meten sin consultarte y salir y/o no contestar te dejan como poco empático); puede repetirse hasta la saciedad....
El vídeo no mató a la estrella de la radio. Los "christmas" volverán. Al tiempo.
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