sábado, 29 de septiembre de 2018

POSTALES DESDE EL VERANO 2018: Adiós Cándido.




Las postales del verano deberían haberse acabado de enviar; se acabó lo bueno. Ejercer de veraneante, como tantas veces hemos declarado en este blog, supone engancharte tanto al lugar, crear lazos afectivos que mantienes año tras año, que en el devenir de la vida ser veraneante también provoca duelos y despedidas. Y porque llegará un día que el verano dejará de ser lo que en nuestra imaginación creíamos.

Nos han comunicado el fallecimiento de Cándido. Para los sobrinos más jóvenes, el de la Casona, el abuelo de Saul en la piscina. Para los más mayores, el vaquero, el abuelo de Dani e Ivan.

Conocimos a Cándido muy pronto, en los primeros años de nuestro desembarco en Navaleno. Su carácter abierto, siempre jovial, de buena conversación dispuesto a enseñar y aconsejar con una sonrisa en la boca, hacía fácil todo. Para los sobrinos más mayores (Andrea, Pilar, Paula, Pedro) , estando por entonces en la casa de Tirso de Miguel y Delfina, era una fiesta verle aparecer al atardecer con las vacas que traía de los pastos a la derecha del Raso, camino del corral de la calle la Estrella.

Cuando se jubiló, dejó las vacas por los nietos, a los que llevaba todas las mañanas de verano a la piscina, y allí aún si cabe, se estrechó más la relación con los veraneantes y con la gente de paso por la Casona de Navaleno, establecimiento rural que montó su familia y donde mejor se desayuna en todo el pueblo (y eso que yo confieso ser fiel al Pino Copa).

Nos veíamos todas las mañanas, al comprar en la Casona el periódico, luego en la panadería de Hilario y más tarde en la carnicería de sus sobrinos, los Hermanos Oteo. Siempre me decía que estaba hecho un chaval, que cuantos kilómetros llevaba ya en la bici a esas horas de la mañana. El chaval era él, que no se perdía un partido de los que organizábamos con la chavalería los domingos en el pabellón. Ojala uno llegara a los 78 años con esa jovialidad y energía.

Mucha gente le echaremos de menos, como cuando se fue también José "el Maño". Será raro no verle al punto de la mañana de los días de verano.  O en la partido de mus del Pinocopa a la hora de Tour. Ya este año se le veía raro, pero sin perder la sonrisa.

El Periódico Digital Pinares Noticias.com dedicado a las noticias de la zona de pinares de Burgos y Soria han hecho una semblanza de su persona. La trascribo pues los que le conocieron mejor que yo pueden dar fe de que nos ha dejado un buen hombre, De los mejores que he conocido.

http://www.pinaresnoticias.com/articulo/sociedad1/fallece-candido-andres-navaleno-encantador-hongos/20180927214935015288.html







"Fallece Cándido Andrés, de Navaleno, el 'encantador de hongos'
Buen recolector y mejor persona, Cándido era muy querido por vecinos y visitantes de la población. Deportista desde la juventud, de pelota, fútbol y ping pong, su forma de ser y saber le ha hecho un ser único e irrepetible.
Durante esta jornada del 27 de septiembre ha fallecido Cándido Andrés Alonso,a los 78 años de edad. Buen recolector de setas, principalmente boletus, era un abastecedor fundamental en la exposición de las jornadas micológicas de Navaleno.
Deportista desde su juventud, practicaba la pelota a mano en los años de adolescencia, el pìng pong con el que se llevó varios campeonatos, y el fútbol, siendo jugador durante temporadas de las Sociedad Deportiva de Navaleno, en la que participó durante los ochenta para la adecuación del nuevo campo de fútbol de la Dehesa Nueva. En los años setenta fue concejal de la corporación municipal.
Persona muy querida en el municipio, ha pasado buena parte de su vida ligada a la ganadería de vacuno de leche y ha colaborado de forma intensa en el funcionamiento y puesta en marcha del Hotel La Casona de Navaleno.
Bailador incansable de la jota en las fiestas locales del año, y colaborador en la pingada del mayo, se hacía presente en las principales celebraciones y tradiciones de la localidad.
Muy conocido entre los visitantes de la población pinariega, su pérdida ha supuesto un duro golpe para quienes le trataban de forma cotidiana durante los veranos y diversas temporadas del año.
Descanse en paz un Gran Hombre, excelente en todos los sentidos.
La misa por su eterno descanso tendrá lugar en la iglesia parroquial de Navaleno el sábado 29 de septiembre a las 18 horas".


Domingo, 22 de julio e 2018



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