jueves, 22 de marzo de 2018

CARTAS COFRADES 2018-XIII: Veinticinco años abrazados a la Cruz



No paramos de celebrar acontecimientos. Entono mi mea culpa. Creo que nunca he dedicado una carta a la Cofradía de Cristo Abrazado a la Cruz y de la Verónica, y entre el año pasado y este, la festividad de su veinticinco aniversario es un buen pretexto para que te cuente algo de ella. No es fácil constituir una cofradía, por mucho que esté arraigada en una de las parroquias con mayor pujanza y con mayor obra diocesana de la ciudad (en algún momento esto hasta ha podido ser una rémola, por eso celebrar 25 años y encontrarse firmemente consolidada entre las cofradías zaragozanas es motivo de celebración y recordatorio.

Como todas, no lo ha tenido fácil, incluso alguna cofradía entonces puso sus pegas para su nacimiento en cuanto a la advocación, pues el momento que recordamos camino del Calvario y su encuentro con la Verónica ya estaba ocupado en el discurrir del Santo Entierro. Pero bueno, como pasa en todos los sitios… será por “Crucificados” y “Dolorosas” ….. Así, el paso que realizó Daniel Clavero plasma la imagen de Cristo abrazado a la Cruz camino del Calvario mientras la Verónica le contempla con el paño de la Santa Faz entre sus manos (una pintura al óleo de José Luis Clavero). La Verónica ya aparecía en el antiguo paso de Jesús Camino del Calvario, el que en su origen cumple esta Cuaresma 200 años. En 1939 se realizó una copia del paño de la Verónica colocándose en la Cruz Guía a la usanza andaluza, sirviendo de signo externo identificativo y representativo de la Cofradía, durante los primeros años. En 1941 este paño pasó al frontal de la nueva carroza de la Caída. Pero dejemos a la cofradía del Calvario, de la que ya hablamos en la última carta y centrémonos en la de la Verónica.

Utilizando el concepto de autoreproducción acuñado por Vicente Gracia Forcén en su libro “La Forja de un Ideal”, la cofradía de la parroquia del Carmen es un claro ejemplo de que, especialmente a partir de los años 80, las cofradías zaragozanas se han reproducido a instancias del empuje de cofrades de otras hermandades. Pero como todas, a lo largo de los años ha ido adquiriendo una serie de características que les hace reconocibles. Desde el primer año nos hemos quedado con esa bajada de escaleras de la Iglesia, al son de una peculiar marcha de tambores, pero que lamentablemente viene obligada por la imposibilidad de salvarlas con la salida del paso desde el interior del tempo, teniéndose que incorporar desde la calle adyacente. Siempre recomendamos el Acto de la VI Estación en el Vía Crucis del Martes Santo con las Hermanas de la Caridad de Santa Ana, en el patio de su Casa General. Tenemos también las jotas del Jueves Santo, o el acompañamiento de la Policía Nacional del centro de formación de Ávila.

Manteniéndose a lo largo de los años con una cifra de participación de hermanos en las procesiones estable, entre los 100 (el primer año) y los 150, han sido capaces de mejorar y enriquecer paulatinamente su cortejo procesional, renovando y mejorando toda serie de enseres, atributos y por supuesto el paso.

Lo que fue una pena es que no se les permitiera seguir realizando el viacrucis con la imagen con la que efectuó su primera procesión el Martes Santo de 1993. Nada más y nada menos que con el Santísimo Cristo de los Sitios, una de los crucificados con mayor veneración de la ciudad, que además es atribuido a Damián Forment (el mismo que realizara el retablo del Pilar en el XVI) y que, al igual que el Cristo de la Cama, se salvó, en este caso de la destrucción del Convento del Carmen, durante los Sitios de Zaragoza. De mantenerlo, hubiera sido un lujo para nuestra Semana Santa, como lo es, desde 2015 la presencia de  un Crucifijo alzado proveniente de ese mismo Convento del Carmen, por lo cual su antigüedad por lo menos es del XVIII.

Fue un acierto el acordado hace un par de años de terminar el viacrucis parroquial del Martes Santo en San Cayetano. Facilita a muchos zaragozanos acercarse a vosotros para acompañaros, aunque sea en el último tramo. Y lo seguiremos haciendo, ojalá otros 25 años más por lo menos, como deseaba vuestro Hermano Mayor en la Revista de la Junta Coordinadora. Seguro que sí, pues lo mejor, como pasa con la mayoría de las cofradías, es que pases cuando pases por la parroquia del Carmen siempre encuentras avisos de la Verónica: misas de hermandad, y propuestas solidarias entorno a festivales folclóricos, conciertos de música clásica……



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