En la antigüedad las ocas eran las guardianes de las casas, alertando de la presencia de extraños con el alboroto de su parpa. Fueron consideradas como el paradigma de la sabiduría sagrada, vistas como guías enviadas para aconsejar a los humanos. El Juego de la Oca está lleno de simbología referida al Camino de Santiago.
Desde 2013 un rebaño de ocas eran protagonistas de la cabalgata de Reyes de Zaragoza, posiblemente copiado de las que aparecían en Madrid desde hace 18 años. Las ocas, junto a otros animales y personajes nos trasladaban a los escenarios evocados por los libros de Dickens, a la época victoriana de Peter Pan o a la Belle Epoque. Este año todo lo que rodea a las cabalgatas de Reyes está lleno de declaraciones disparatadas en muchos Ayuntamientos.
Ya en julio se avisó de que las ocas desaparecían porque sufrían estrés. Y yo me encontré estas en la playa. No se si estaban de vacaciones, de pretemporada en espera de ser fichadas para alguna cabalgata o mercadillo medieval o realizando un programa psicoterapéutico y educativo de recuperación por estrés traumático.
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