jueves, 27 de febrero de 2014

CARTAS COFRADES 2014-V:Dormer

Ya que nos hemos puesto a callejear y estamos deseando hacerlo....... seguimos. El paso por la calle Manifestación es obligado para todas las cofradías aunque solo sea en el Santo Entierro, pero ¿que tiene la calle Dormer que en 2013 hasta diez procesiones tenían programado su discurrir por ahí?. Y en este 2014 serán once.

Apenas tiene vecindario, ni espacio para el público que sigue las procesiones pegados a los portales a modo de burladeros. Su estrechez modifica y desordena las formaciones, se arriesga con la integridad de pasos, faroles e imágenes, regateando carteles, balcones y esquinas, o se riza el rizo para introducir la calle en el recorrido.

Y esto es cuestión de la última década y poco más, pues anteriormente tan solo era transitada en ocasiones por el viacrucis de la Piedad en la madrugaDA del Viernes Santo, o en alguno de los Encuentros de la Plaza de la Seo (finales de los 70 primeros 80) por la Dolorosa que, o bien accedía a la plaza por Sepulcro o bien por la calle Cuellar.

Sin embargo a partir de 1994 la Eucaristía descubre esta calle para crear en ella, especialmente a partir de 1996 con el primer paso a costal de nuestras procesiones, un ambiente de fuerte atracción cofrade. A él se unirá en 1997 la Dolorosa (imagino que su archivo conservará el dossier que justificaba el paso por Dormer, e incluso señalaba las marchas a tocar y que no se fuera estricto con la formación ni con el público asistente sugiriendo la posibilidad de que se entremezclara por las filas). Y en 1999 la Columna. Luego todas las demás. Incluso desde 2006 la Exaltación inicia allí su procesión. Algo tendrá el agua cuando la bendicen.

En el programa de la Piedad de 1962, en un artículo titulado ¿Ganamos o perdemos?, al que podemos acceder en la Revista Redobles nº 15 de 2012 (que es donde me lo he encontrado, en espera del nº 16. Por lo menos releemos y recordamos),  Pedro Herrando, el cofrade que lo firmaba, ya entonces explicaba el poder de atracción del "sabor antiguo de calle de ciudad". Eso es lo que buscamos en la calle Dormer. Sabor antiguo a la sombra de la Catedral.

En ese artículo se hacía referencia a la modificación y modernización de la calle Sepulcro, calle donde se iniciaba "el momento más íntimo (...) aquel en que llegando al Arco del Arzobispo, entrabamos en aquellas callejas", temiendo a partir de entonces con una calle más ancha "si nos sentiremos todos tan íntimamente unidos como lo hemos estado en la calle estrecha y vieja".

El articulo de hace más de 50 años seguía describiendo situaciones que a día de hoy se repiten y que a pesar de todo seguimos buscando: ".... aquellos esfuerzos de los hermanos cabecero y guía del paso para poder pasar por algunos sitios sin romper los faroles y sin enganchar la cruz o la sabanilla. Y también los equilibrios de la gente del pueblo, de la masa apelotonada de zaragozanos para dejar sitio a la procesión y resolver el problema de la condensación humana en un sitio tan estrecho. Todo ello unido a la fe que pusimos en nuestras empresas y el cariño a lo tradicional".

Pues eso es lo que buscamos.





sábado, 22 de febrero de 2014

CARTAS COFRADES 2014-IV: Manifestación


Apetece hablar de tambores. Como no va a apetecer cuando en torno a ellos se juntan a diario a ensayar cientos de cofrades zaragozanos de todas las edades. Y más que apetece este año que estamos de celebración, como nos recuerda la exposición de las Siete Palabras, el anuncio de la próxima presentación de un libro editado por la Junta Coordinadora o la Gala de la anterior semana.

Al acabar ésta se montó una improvisada recena de "tambores" de casi todos los colores en Almau donde las conversaciones giraban sobre mazas y baquetas y se pasaba de la "Escocesa" a "Pandereta", del "Swing" a la "India", de "Leciñena" a la "Paradinha"  o de "Churchill" a "Fuerte y floja".

Y hablando de marchas, Vicente Gracia Forcén, en plan "sanedrín", dictaba sentencia y doctorado afirmando que la calle Manifestación merecería lucir una placa, entre la bocacalle con Loscos y el Picadillo, que plasmara algo así como "en este punto se recoge la esencia de los tambores de Zaragoza".

Dejas de comer croquetas y digieres el aforismo "vicentino". Cierto, por Manifestación, tarde o temprano, pasan todas las cofradías en algún momento camino de San Cayetano, aunque solo sea en el Santo Entierro, (tal vez la Llegada al Calvario sea la única que con procesión propia con final en San Cayetano acceda por el otro lado de Manifestación). Y así, desde los primeros alegres compases de la Calandina "entrando en Jerusalén" a las últimas y sobrias lentas de la Soledad, por ahí se marcan muchas de las marchas más representativas de nuestras cofradías. Un espectador del Santo Entierro apostado en ese tramo se llevará una impresión del conjunto patrimonial sonoro de nuestra Semana Santa.

Eso se respira en Manifestación. El remitente de esta carta juntó sus primeras letras cofrades en el programa de su cofradía de 1990 (el de aquella portada en que la vista se te iba a un enchufe) y ya tenía eso presente cuando con palabras un tanto cursis decía aquello de "....la calle Manifestación se balancea de un lado a otro cuando, y como un solo cuerpo, es atravesada por los tambores de...."

Habrá otras calles, otros momentos especiales para cada cofradía y para cada uno de los cofrades, pero en conjunto, como común denominador, por la arteria de Manifestación corre el ADN del tambor (el mismo ADN de nuestra Semana Santa) camino hacia el corazón de San Cayetano. Si, ya se que lo que conduce la sangre al corazón son las venas y no las arterias, pero como este término también es sinónimo de calle, la metáfora me quedaba en sintonía con el programa de 1990... de lo más cursi.

Lo dicho. Habrá otros momentos, otros lugares, pero cuando uno ha recorrido Manifestación de vuelta a San Cayetano 79 veces (solo y solo la lluvia ha impedido que fueran más) y en todas ellas tocando lo mismo, "la cortada", es que forma parte de tu ADN cofrade. Por eso nunca nadie se ha planteado tocar por ahí otra cosa. Y este mismo que ha tocado al lado o por detrás de todos sus redobladores, hasta ha visto jalear y animar desde las aceras a alguno de ellos al más puro estilo de otro tipo de "manifestaciones procesionales". Y es que, el que espera la procesión por ese punto no desea otro toque. Lo contrario sería defraudarle. Pasa como con la Marcha Radetzky del concierto de Año Nuevo, no está en el programa pero se sabe que se va a ejecutar. "La Cortada" se conoce donde y cuando se va a marcar pero siempre emociona oír la orden del jefe de la sección, en voz baja, inaudible dos filas más atrás, al redoblador "Fulano.... la cortada". Tenía razón el presentador de la Gala del Tambor Diego Peña. Esta cofradía se quedó en "La Lenta".

Pdta: Una vez más, esta carta, como todas las demás, no deja de ser un mero divertimento personal, sin aspiraciones a elevarse a categoría de nada. Tu podrías escribir la tuya. Cada cofrade podría escribir la suya en términos parecidos o distintos, incluso poniendo a parir a los tambores ya los que tocan los tambores, pero todas mostrarían esa pléyade de liturgias y ceremonias, de mística, de vivencias y de leyes no escritas que no figurarán en ningún libro de historia pero que estamos siendo capaces de transmitir de generación en generación, dotando a nuestra joven tradición de mitos, cuentos y leyendas.

Y si se pudo erigir un Monumento en la misma plaza del Justicia ¿no se va a poder colocar una sencilla placa en Manifestación?

viernes, 14 de febrero de 2014

CARTAS COFRADES 2014-III: Lo genuino


Imagino que estarás de acuerdo conmigo que lo más genuino, propio o característico que tiene nuestra Zaragoza en la celebración de su Semana Santa es la Hermandad de la Sangre de Cristo y todo aquello que concierne al Santo Entierro. Pocas instituciones o símbolos reconocibles de esta ciudad tienen más antigüedad: El Ebro, la Virgen del Pilar........ y poco más.

Tengo unos amigos madrileños que no son cofrades pero cada Semana Santa van a una localidad para conocer como se celebra. Y nunca repiten el mismo sitio los tíos. Dicen que en todas hay cosas comunes pero también aspectos que las hacen únicas, por lo cual no se quedan con ninguna y se llevan algo de todas. Creo que ya te lo he contado porque me plagio mis propias cartas (rebusca entre las de 2011); es más, a veces hasta me corto-pego. De Zaragoza se quedaron con los turnos de velas y guardias al Cristo de la Cama durante el Jueves Santo, la devoción zaragozana a esta imagen, el ambiente inter y entre cofrades que se respira en torno a San Cayetano y las relaciones y amistades existentes entre los miembros de distintas cofradías mientras se acompañan las procesiones.  

Y después de esto, podemos discutirlo, pero los tambores, la manera zaragozana de entenderlos y de incluirlos en nuestras procesiones, han terminado mereciendo pensar en ellos como algo propio y genuino. Un elemento, no se....., que si quisiéramos mostrar a alguien de fuera algo que nos identifique, que nos diferencie, hasta podría protagonizar un cartel.

Como te decía antes. Podemos discutirlo, cada uno tendrá su visión de la jugada como quedó plasmado hace unos días en una conocida web de estos temas zaragozanos que utilizó la palabra "genuina" (no cito las fuentes por no alargarme). A mi me cuesta no pensar en tambores timbales y bombos con esa consideración, por muy importado que sea su origen y que su expansión tenga poco más de 50 años (al margen de las Siete Palabras). No se..... vuelvo a tener dudas,.... a lo mejor son mas genuinas nuestras hachas eléctricas. No me negarás que en esto no somos originales. O las "cruces in memoriam" (esto si que lo hemos exportado fuera) o nuestras carrozas con ruedas..... o esa combinación de capirotes y terceroles, capuchas y velos...... Seguro que algo más podríamos meter en esta lista pero ahora no me viene a la cabeza.

Estos días estamos recordando la introducción del fenómeno del tambor en nuestra ciudad tal y como lo conocemos en la actualidad. La conmemoración de los 75 años de la fundación de la Cofradía de las Siete Palabras, como no podía ser de otro modo, se están volcando en ello. Por eso la exposición en el Centro Joaquín Roncal no solamente se dedica a su patrimonio, enseres, atributos y evolución (parece que fue ayer cuando visitabamos la exposición de las Bodas de Oro en la Diputación Provincial, compramos el VHS conmemorativo y el libro de Mariano Rabadán, aunque este se puso a la venta años más tarde), sino que se abre a la presencia de todas las cofradías zaragozanas, las que cuentan entre sus filas con estos instrumentos pero también las que no los tienen, pues sus matracas, heráldicas, campanas o silencios con su existencia dan mayor entidad a nuestras procesiones.

Y allí podemos ver viejas fotos de Hijar, Calanda......y el recuerdo al Pepinero (echale un vistazo al artículo que escribiera en 1997 sobre él Juan Carlos García Latas para la revista de las Siete Palabras), primer instructor de los toques bajoaragoneses en las Siete Palabras que impregnan aún la manera de concebir nuestros toques. También nos encontramos con los viejos tambores de Morata, de Sixto..... esa "paellera" del Prendimiento, precedente del posterior desembarco de los "calandinos", aquel timbal de la Columna rescatado de las ruinas del inmueble donde guardaban el instrumental.....y hasta una partituras, en este caso la de la marcha "Swing" compuesta por Juan Ramón Giménez León para la Humillación (he de confesar que es la única que he visto en mi vida). Por cierto, ya que nombro a la Humillación, imprescindible su página web y los apartados que hacen referencia a bombos, tambores y timbales. Todo lo que quieras saber sobre ellos lo tienes ahí. La Espasa Calpe de la percusión.

Y como colofón a la exposición, la Gala de los Tambores que hemos disfrutado esta noche del 14 de febrero. Un emotivo homenaje a todos aquellos que escribieron y siguen escribiendo la historia del tambor zaragozano, un estupendo documental para el recuerdo y una nueva excusa para reencontrarnos gentes de distintas épocas pero unidos por unos instrumentos y por nuestra Semana Santa.

En fin, no se si el tambor es de lo más genuino que tenemos, pero desde luego que, hasta el momento, ha transformado y configurado nuestros desfiles, nuestras relaciones y, para muchos, para miles de zaragozanos de distintas generaciones, nuestras vivencias y experiencias cofrades sirviendo como facilitador de la consecución de los pilares (Fe, Caridad, Formación....) de toda cofradía a unos niveles que otros cauces de participación cofrade no lo tienen tan fácil.


Fotografía Jorge Sesé


jueves, 6 de febrero de 2014

CARTAS COFRADES 2014-II: Siglo de Oro



Si, reconozco que el título es exagerado. Pero ¿a que te ha llamado la atención? Y habrás pensado, “de que querrá escribirme este hoy”. Título exagerado aunque quizás no del todo desencaminado.

El término Siglo de Oro se acuñó para definir el apogeo de la cultura española a caballo entre el Renacimiento del siglo XVI y el Barroco del siglo XVII. Literatura, pintura, música, arquitectura, teatro, poesía…. despiertan los sentido, gustan de lo artificioso, se recrean en el gozo de la belleza y de la fiesta y disfrutan causando asombro y sorpresa. Y todo con una situación económica angustiosa unida a la ineficacia e incapacidad de los gobernantes que, como cuentan los estudiosos de la época, acrecentaron una crisis social y política y un empobrecimiento de las masas por la falta de crédito, las guerras económicas y hasta con una suspensión de pagos por parte del reino, dando lugar a devaluaciones monetarias y la posterior caída de la actividad económica.

Te recuerdo que estaba hablando del siglo XVI y el XVII, no del XXI. Pero resulta que en esta gris y paupérrima primera década del XXI nuestra Semana Santa zaragozana la está vivienda como si su Edad de Oro se tratase. Por lo menos en lo que se refiere a aquello que el amigo Ricardo Navarro acuñó como “cultura morada”.

Los años 30 y 40 vieron nacer a nuestras cofradías; los 50 y 60 supusieron la expansión de los tambores; los 70 se abren a la participación de la mujer; los ochenta a los piquetes y a las peanas y junto a los 90 a la celebración de los aniversarios; y el fin de siglo a nuevos sonidos, otros acentos y a la costalería. Y todo este espectro alimenta las ganas de hablar, contar, recrear, difundir y transmitir el mensaje y el mundo cofrade desde otras perspectivas, uniendo cultura, tradición y fe. Algo habitual en España por los siglos de los siglos…………

Es cierto que a lo largo de todas esas décadas hubo exposiciones, publicaciones, proyecciones, conciertos……. Y cada uno tendrá su Siglo de Oro particular, esa edad en la que vivía la Semana Santa con más pasión, con más responsabilidad,  estaba más involucrado, o simplemente tenía 16 años(si por mi fuera “ochentame otra vez”). Pero échale un vistazo a la agenda de la web Pasión en Zaragoza de Paco Sangorrín (no se confundan que diría Manolo Lama) y en los últimos años difícil encontrar un hueco en Cuaresma, e incluso mucho antes, donde no se programe un acto al margen de los propios de culto de cada una de las cofradías. Sin parangón con épocas pasadas.

Un amigo mío dice que ahora hay mucho cofrade de despacho, y que el ser cofrade se vive en la calle. Esto último es cierto (como también es cierto que hay mucho cofrade de bar), se vive tanto en la calle durante 188 horas que luego algunos son capaces de dar contenido al resto del año.

Y de este modo, y dejando a un lado las actividades de las cofradía, y gracias a las asociaciones culturales, a iniciativas particulares o a distintas plataformas, en lo que llevamos de siglo XXI tenemos dos revistas anuales, varias colecciones y líneas editoriales, publicaciones, documentales y exposiciones sin necesidad de ser conmemorativas o de recurrir al patrimonio cofrade. Conciertos de temáticas distintas, algunos con grabaciones y con estrenos de piezas musicales dedicadas a nuestra Semana Santa. Concursos varios, premios, tertulias y tertulianos, ciclos de conferencias, cuadernos de investigación, suplemento especial de Heraldo de Aragón e incluso galas, “perfomance” y una galería de arte siempre abierta a la proyección de la “cultura morada”. Hasta se ha legado a la ciudad un “Monumento a la Semana Santa” 

Pero si nos centramos en lo que verdaderamente nos mueve, las procesiones, estas no han parado de crecer y enriquecerse con nuevos atributos, modificación de grecas, disposición de pasos y un aumento en el número de estos tal que en San Cayetano se obran milagros para dar cobijo a (casi) todos. El Santo Entierro recupera figuras y simbolismos y el Sábado Santo se reinventa para cofrades y cofradías  con una cuidada escenografía propia de los famosos monumentos del barroco.

Y no queda ahí. Para este año, que amenaza con un par de libros, varios exposiciones y un par de documentales, se anuncian dos nuevas esculturas de prestigiosos imagineros. Los escultores de nuestras cofradías siempre son prestigiosos (hasta los anónimos), pero los que de esto entienden dicen que Miñarro  y Navarro Arteaga lo son. A algunos, si nos sacan de Llovet, Alegre, Albareda, Burriel o Bueno somos todo ignorancia.

Ya ves….. crisis, pero no para la cultura morada en su Edad de Oro.