lunes, 11 de abril de 2011

CARTAS COFRADES XVII: Tiempos de exaltación


Actos de exaltación han recorrido estos días la geografía aragonesa: Campo de Belchite, los pueblos de la Unión, Ejea, Calatayud, Tarazona, Albalate….. que culminarán con el tradicional concurso de Hijar en la mañana del Domingo de Ramos. Que buenos recuerdos de joven traen muchas de esas localidades. Anticipos de Semana Santa, sin deber de considerarlas como propias de la misma, representan para algunas cofradías y cuadrillas un momento muy importante de convivencia, de relacionarse con otros grupos y de manifestar virtuosismo y capacidad de crear nuevos ritmos, alguno de los cuales se trasladarán a la procesión. Es como las pasarelas de moda. Lo que llevan las maniquís luego no se ve en la calle pero es lo que marca tendencias, o eso nos dicen. Y es también una manera de decir “que estamos aquí”, “que hacemos esto”, “que podéis informar en los periódicos o sacarnos en la tele”, “que queremos que divulguéis nuestras costumbres”.
Este fin de semana se han celebrado los de Zaragoza. El sábado el infantil y el domingo el de los mayores con modalidad de concurso. Una fiesta cofrade, anticipo de Semana Santa que el sábado tuvo la guinda de convocarnos a las puertas de San Cayetano para acompañar a la Piedad en su 75 aniversario. Todo sonaba y olía ya a Semana Santa. Pero volvamos a las exaltaciones. Los dos han encontrado sus espacios más cómodos para el público y la organización (enhorabuena a los nazarenos por lo bien que la desarrollaron) en los pabellones del Siglo XXI y del Príncipe Felipe. Uno echa de menos las estampas y la escenografía que generaba el Monumento a los Caídos, con sus escaleras, tribunas, el espacio para los estandartes, para las heráldicas del Silencio y a la sombra de la luz que nos ampara, pero hay que reconocer que los pabellones son más cómodos para el público, que también puede hacer pasillos y tomarse un vermut desconectando por momentos del rum rum de los tambores sin salir del ambiente cofrade.

Solo es opinión personal, y tampoco tengo la solución, pero creo que el infantil se hace demasiado largo para los niños participantes una vez que han tocado y tienen que estar en las gradas esperando a que termine el acto. Por lo menos es lo que me tocó sufrir a mi, donde la mayor parte de los niños eran menores de 10 años y resultó difícil mantenerlos quietos 2 horas en las sillas del pabellón. Llegue a escuchar a varios ¿Cuándo se acaba esto? o “es un rollo”. Vamos…. , que podemos estar tirándonos piedras sobre nuestros intereses. Ya lo he dicho alguna vez, creo que los prolegómenos se hacen demasiado protocolarios, pero si los estandartes y los piquetes tienen que desfilar no digo nada. A lo mejor un aliciente sería que al final, en vez de designar tres representantes para tocar Zaragoza (selección que año tras año me causa quebraderos de cabeza porque todos quieren salir) podrían salir todos los que quisieran (que serían casi todos), llenar la pista de chavales entremezclados de todas las cofradías tocando “Zaragoza” o lo que les viniera en gana para terminar con una rompida de hora. Ese aliciente a los que han tocado de los primeros les mantendría con ganas de esperar el final.
Enhorabuena a la cuadrilla de la Dolorosa ganadora del domingo, resultado de muchos años de esfuerzo y dedicación y de estar ahí, lo que tiene mucho merito pues se codean con enormes secciones de tambores que en la calle la doblan en número (Columna, Descendimiento, Prendimiento, Piedad, Calvario…….), renovándose en gran parte de sus componentes año tras año sin rebajar la calidad desde 1992.

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