martes, 29 de junio de 2010

Mañana se acaba "un acontecimiento histórico para el planeta"


Eso nos decía la Pajín hace un año, que la coincidencia de Obama, a un lado del Atlántico y Zapatero presidiendo la Unión Europea, sería un “acontecimiento histórico para el Planeta” y una ” esperanza para muchos seres humanos”.

Pues menos mal, porque vaya semestre que hemos tenido a uno y al otro lado del Atlantico. No se que hubiera pasado sin esta coincidencia planetaria: deficit fiscal, deuda pública, huelgas geneales, bajadas de salarios, paro, Afganistan, chapapote.............

¿Pero no había que reducir gastos?



Enfrente de casa, en pleno paseo de María Agustín, junto al Gobierno de Aragón, tengo el solar de la foto, que lleva vallado desde 2000 para que los vecinos no puedan aparcar.

La semana pasada entran tractores y operarios y dejan el solar con el aspecto de la segunda foto. Dejándolo como una patena, mejor dicho, como la pista central de Roland Garros. Y si nos ponen una pistas de tenis para el vecindario, llegue a pensar.

Pues no. El solar lo acondicionan para que sirva de aparcamiento a los invitados a la cena que la Diputación Provincial de Zaragoza (el solar es suyo) ofreció a todos los alcaldes de la provincia para conmemorar las celebraciones en honor a su patrona, Santa Isabel de Aragón ( que además no es hasta el 4 de julio). La cena se celebra en la Plaza de Toros, para la cual cubren la arena del albero con una moqueta color albero, y es servida por el Restaurante El Cachirulo, que no creo que sirviera sopa de ajos y salchichas Campofrio. Hubiera sido todo un detalle que la cena la hubieran hecho los del TOPI, servida por la Escuela de Miralbueno y a los postres el Centro Sociolaboral de las Fuentes, así descansaban los del Cachirulo (y repartían la buchaca) que ya sólo en el Espacio Ebro habían tenido 4 bodas ese sábado.

Podrán justificar que muchos alcaldes no cobran, y que se merecen un reconocimiento y que lo que yo he escrito es pura demagogia. Pues si, pero en esa cena por lo que he visto y por lo que me han contado, los gastos se podían haber reducido, como aconsejan desde las Agencias ante la crisis.

No me extraña que Zapatero pida a Marcelino Iglesias que continúe porque si sus sucesores se postulan entre Lambán (Presidente de la DPZ) y Eva Almunia (responsable máxima del desaguisado del Teatro Fleta, que eso si que ha sido un derroche de nuevos ricos que de tener el estupendo teatro-cine que teníamos, ahora no tenemos nada pero habiendo pagado millones y millones de euros), apañados vamos.


Pues ahora podían abrir el solar para uso vecinal, que cada día hay menos sitios para aparcar.

jueves, 24 de junio de 2010

Mis historias de los Mundiales. USA 1994, cuando un vasco nos dice si es que no somos patriotas




Y todo fue por acordarnos de la parentela de Julio Salinas y de Clemente. Pero situemos el Mundial.

USA 1994, aparece en plenos preparativos de mi boda. Eso no impide que los fines de semana salgamos por ahí a ver mundo y de esta manera los octavos de final me pilla en el valle de Gistaín. España había hecho una primera fase en la que empató con Nigeria y con Alemania y goleó a Bolivia. ¿Y con quien nos encontramos en octavos? Con Suiza, a la que no pudimos ganar la semana pasada pero que hace 16 años no dudábamos en que por fin íbamos a pasar a cuartos.

Este acontecimiento no me lo podía perder, y aunque el partido era a medianoche y yo me encontraba a 12 kilometros de un televisor, después de haber subido a los lagos de Millares, cogimos un land Rover “prestado” al campamento Virgen Blanca (conductor incluido) y a Plan nos dirigimos, a Casa Ruche. Quien conoce esa pista sabe que eso si que es aventura y deporte de riesgo. 3-0 y ya estamos en cuartos. Creo recordar además que ese día Conchita Martínez ganaba Wimbledon y que Induraín comenzaba a apuntalar su 4º Tour.

Pero los cuartos fueron contra Italia. Y este partido lo vimos, con mis futuros cuñados, una semana después en “El Maño” de Navaleno. Un partido en el que como siempre jugamos como nunca y perdimos como siempre. Pero como dijo ese día Di Stefano, los goles no hay que merecerlos, hay que marcarlos. Y a Julito Salinas le dio por recordarnos a Cardeñosa y fallar un gol cantado, para que en el contraataque siguiente se pitara penalti a Baggio y de nuevo para casa. Y la rabia la descargamos en Salina y Clemente, el seleccionador, a la sazón los dos vascos. Y es cuando un conocido veraneante vascuence de la localidad, con su chapela y todo nos salta eso de “es que no sois patriotas o que, la ostia, ahora es cuando hay que animar pues”. Ver para creer.

lunes, 21 de junio de 2010

Mis Historias de los Mundiales: Italia 1990, entre exámenes.




El Mundial de 1990 se desarrolla entre los últimos exámenes de la carrera y el pensar ¿qué hago al curso que viene una vez terminado el ciclo natural de EGB, BUP, COU y Universidad? por lo que no tengo grandes recuerdos. Es más, a España la elimina Yugoslavia en octavos de final el 26 de junio por 2-1, la tarde antes del último examen de mi vida académica, el de Historia de España del profesor Forcadell. Peor lo tenía Arancha, que estaba realizando la selectividad. Las vacaciones compensan la desilusión. Vacaciones truncadas porque a los pocos días me operaron de apendicitis.

De aquel Mundial recuerdo los goles del veterano camerunés Roger Milla y los bailecitos que se marcaba en el corner. Me hacía gracia, tal vez porque uno no estaba acostumbrado a ver esas excentricidades. Años después vendrían los acunamientos de Bebeto, los avioncitos de Ronaldo, la camiseta subida tapando la cara de Rivaldo, los besos al anillo de Raúl, los bailecitos de mil tipo entre quitarse la camiseta, chupetes varios, mandar callar con el dedo, taparse los oídos, los pulgares al nombre.......hasta la impresentable “cucaracha” de los brasileños del Madrid. Me cansan.

Me cansan. A mi me gustan los goles en los que sales corriendo, levantando los brazos, dando un salto, en busca de tus compañeros o de la grada. Celebrar los goles con los compañeros o los aficionados, y no centrado en tu ego o en la tontada que ya tenías preparada (tampoco aguanto las tontadas de Jorge Lorenzo, a fin de cuentas no son sino copias de las que hacía el gran Valentino, y que ayer mismo se rodeó de 3 gansos disfrazados de The Beatles). A veces pienso que de tanto preparar las cosas igual no das el 100% de concentración. Tal vez porque tenía 14- 15 16 años.... me encantaban los goles que se celebraban colgados de la valla, aquellas en las que se nos encerraba a los hinchas como animales, con todo lo peligroso que podía ser ese momento, como muchas veces ocurrió. Esto de las vallas, por mucho que tengamos a veces otras percepciones, demuestra que vivimos actualmente en una sociedad mucho más educada y civilizada que la de generaciones anteriores.

miércoles, 16 de junio de 2010

Mis historias de los Mundiales: Mexico 1986, no me dejaron ver el gol del siglo


Ni el gol del siglo ni la mano de Dios, obra las dos cosas de Diego Armando Maradona. La culpa, mi madre. Como ya comenté, al tragarme todos los partidos del Mundial 82, mi madre cogió alergia a vernos pegados a la tele, y a partir de entonces tenía una extraña habilidad para detectar que partido iba a ser histórico y decidir que en casa se veía otra cosa. Sucedió con la final de la Copa de Europa de 1985. De la tragedia del estadio Heyssel antes del Liverpool-Juventus me enteré una vez que ya hubo pasado. Y sucedió con los dos goles que Maradona metió a Inglaterra en ese Mundial de Mexico 1986, uno con la mano y el otro considerado el mejor gol de la historia. De donde viniste "Barrilete Cosmico"

El caso es que si que vi parte del partido, pues decidí irme a verlo a un bar que teniamos cerca de casa, el Bar Aparicio (no se si existe todavía, en la calle Lapuente esquina con Valimaña), pero cuando llegué ya había metido el primer gol, y como tenía que volver a casa a cenar, de vuelta metió el segundo. Nunca había entrado en ese bar y nunca volví a hacerlo, pero mi madre pudo provocarl que me encontrara mejor de bares que en casa.

Pero esa es mi condena. cuando era hijo no me dejaban ver lo que quería. Ahora que soy padre, y desde que funciona la TDT, no se que le pasa a mi televisión que sólo echan Bob Esponja y Phineas y Ferd

martes, 15 de junio de 2010

Mis historias de los Mundiales: España 1982, me trage todos los partidos por la televisión













Con el consiguiente cabreo de mi madre, que si ya odiaba el fútbol, a partir de entonces lo que odió fue vernos pegados a la televisión viendo fútbol, muchos de ellos con el primo Julito que no tendría más de 6 o 7 años. Y esto trajo consecuencias que comentaré con el Mundial 1986.

Bueno, me trague todos menos uno, la semifinal Polonia-Italia, pues volvía en un mini desde Vitoria con seis personas dentro (que a partir de ese día me enteré que había que decir Vitoria-Gasteiz. Vaya manera de perder tiempo, papel y carteles tienen los vascos y las vascas). Me perdí los 2 goles de Rossi, pero llegue a tiempo a casa para ver ese pedazo de semifinal que fue Francia3-Alemania3, que decidieron los penaltis a favor de los germanos (como me gustaban Rumennigge y Litbarski). Tenían que haber expulsado antes a Schumacher (cuando decir Shumacher era decir portero de fútbol y no piloto) por la asesina entrada por los pies por delante al delantero francés que la memoria ya me ha borrado de la cabeza y no me apetece buscar en "google"

De España ni hablar, pero si de Zico, Socrates, Ardiles, Rumenigge, Littbarski, Lato, Boniek, Platini, Maradona..... que grandes partidos se vieron. Que grandes estrella jugaban.

Y que gran serie la de "Futbol en acción", donde Naranjito y sus amigos Imarchi y Clementina nos hacían un repaso de la Historia de los Mundiales. Aún recuerdo la sintonía, y todo lo que se.



lunes, 14 de junio de 2010

Mis historias de los Mundiales: 1974, el escaparate de Benicarló




El primer recuerdo que tengo de un Mundial de Fútbol se enmarca en un escaparate de una tienda de electrodomésticos. Mundial Alemania 74.

Veraneábamos en Benicarló, cuando Benicarló era un pueblo situado a 8 kilómetros de Vinaroz y a 6 de Peñiscola, entre cuyas poblaciones sólo existía el camping "el Tordo y el Olivo", el Hotel Felipe II, La Hospería del Mar y el Hotel Papa Luna. Además de la playa, los alicientes de veranear en este pueblo era jugar en la calle, que los del pueblo te dejaran sus bicicletas, el puerto, el kiosko Muchola, los helados Costa Dorada, la terraza del Bar Brasil, el cine de verano “el Torreón y el escaparate de electrodomésticos de la esquina de la calle Mayor con la plaza de San Bartolomé donde exponían televisiones a color.

Los primeros televisiores a color que vi en mi vida fueron en esos escaparates, y lo que retransmitían, aglutinando a los viandantes que acudían es proceso para verlos, eran los partidos del mundial. 

Increible, el campo era verde, y las camisetas de la Holanda de Cruyff naranjas. Las camisetas de Alemania eran como siempre, en blanco y negro. Y uno comenzó a conocer a alguien más que a García Castany, Arrua, Diarte y los zaraguayos; y la memoria comienza a cargarse con nombres como Beckenbauer, el portero Maier o “Torpedo” Muller. Esa final a color casi es el primer recuerdo deportivo que uno conserva (junto al Tour de Ocaña del año anterior). Y cuando años después uno comienza a saber un poco de la historia mundial, alucinaba pensando que esos jugadores habían nacido o bien al final de la guerra o en plena posguerra alemana. Pero más alucinante fue cuando por “Naranjito” y sus amigos “Clementina” e “Imarchi”, uno se entera de que el Mundial de 1954 lo gana Alemania, diez años después de la derrota en la Segunda Guerra Mundial.

Cuatro veranos después, en 1978, seguíamos sin tener televisión a color en casa. Y en el piso alquilado donde veraneábamos ni siquiera tenía tele. A lo largo de nuestra vida ningún apartamento de verano ha tenido tele. El escaparate seguía convocando a todos aquellos que queríamos ponerle color al césped. Aunque, por mucho color verde, albiceleste y lluvia de confetis que hubiera, aquella era la negra Argentina de Videla. Pero de eso me enteraría años más tarde.

P.D. En 30 años sólo he ido una vez a Benicarló. Si alguien lee esto ¿Puede decirme si sigue existiendo el kiosko Muchola, el Café Brasil, y todo lo demás...?


miércoles, 2 de junio de 2010

Terminó el Giro 2010.




Y ha sido una gran carrera. Menos mal que, para quien quiso, se pudo seguir por VEO 7, pues sino hubiera sido una carrera clandestina, dado que el resto de medios de comunicación apenas hacía mención de lo mucho e interesante que acontecía en cada etapa. Y eso que un español, David Arroyo, peleó por la maglia rosa hasta el penúltimo día. Un buen gregario que, gracias a una peleada escapada bidón, casi repite la gesta de Oscar Pereiro en el Tour del 2006, pero que sólo ha podido emular al Chiappucci del Tour de 1990. Y si Chiappucci quedó 2º tras el favorito Lemond, Arroyo ha quedado 2º tras Ivan Basso, que volvía a ganar el Giro una vez cumplida su sanción de dos años por estar implicado en la Operación Puerto (lo mismo que volverá a hacer Valverde a partir del 2012, ganar). Una pena, de nuevo los kilómetros entre el Mortirolo y Aprica le hicieran perder la carrera a un español, como le pasó a Indurain en 1994 y a Olano en no me acuerdo que año.

Los recorridos del Giro son los mejores de las grandes carreras, y aunque le falta el calor del verano y las vacaciones, los aficionados abarrotan las cunetas. Todas las etapas tienen alicientes, entran por mitad de los pueblos, buscan rampas cerca de meta, y las carreteras por los Dolomitas son de una gran belleza visual para disfrutarlas por televisión. Impresionantes las paredes de nieve que flanqueaban la carretera en el Passo di Gavia, y también las imágenes comentadas por Pedro Delgado de esta etapa en 1988, con ciclistas muertos de frió que preferían bajarse de la bicicleta y echarse a correr puerto arriba.

Y si con todo esto, los ciclistas están por la labor, y no hay ninguno con gasolina super (que ojala me equivoque, pero alguno sacarán), el espectáculo está asegurado. Ha habido muchas escapadas, y muchos ataques de gente ilustre como Evans, Simoni, Sastre, Vinokourov, Cunego, Garzelli.........., que tan pronto veías delante, como haciendo la goma, como volviendo a atacar.......

En España, no se porque, esto es impensable, los ciclistas no pararían de quejarse por las trampas (este año han pasado hasta por una pista forestal sin asfaltar), cuando todos conocemos recorridos chulísimos por el Maestrazgo, las Cinco Villas, la Sierra de la Demanda, Galicia, Asturias (por no decir el País Vasco, pero eso es otro cantar). En cambio, la organización termina buscando autovías o polígonos industriales para finales de etapa.