jueves, 26 de agosto de 2010

Lecturas del verano


Como dentro de unos días, tumbado en la playa, quiero leerme “El juego del Ángel, releo estos días “La Sombra del Viento”, de Carlos Ruiz Zafón, novela que me atrapó hace 5 años como me ha enganchado ahora. Un librero lleva a su hijo, Daniel, a conocer un lugar secreto de la Barcelona de postguerra. Se trata del Cementerio de Libros Olvidados, donde el joven encontrará un volumen que suscitará su interés y lo llevará a conocer la vida trágica de su autor. Pero que voy a decir que no sepai, pues la habéis leído casi todos

Hay críticos que la han puesto mal. Es lo que pasa con lo superventas y con los críticos (los cuales nunca tendrán un superventas). Seguramente mi amigo Luis de Pimentel también me desmontaría la novela. Me diría que la ambientación en la época de los años cuarenta y cincuenta resulta inadecuada, que aparecen muchas palabras y expresiones que no parecen de esos años. Y que si lees el libro sin saber en qué año transcurre casi podrías pensar que tiene lugar en la actualidad, que hay escenas muy similares y repetitivas. Y que hay algunas informaciones que también se repiten sin variaciones

Será verdad, pero a mi me gusta y me entretiene. De lo que me he percatado estos días, es que hay un desajuste en el personaje del inspector Fumero. De él nos cuentan que cuando comienza la guerra civil es un pistolero de la FAI y que al terminar esta se convierte en policía. De hecho, en la web oficial del autor nos lo describen como “mercenario que al final de la guerra asciende a policia torturador en los sótanos de Montjuich”. Sin embargo, en el pasaje de la morgue donde se encuentra el cadáver que suponen es de Julián Carax, nombran a un inspector de policía que es quien reconoce el cadáver y que firma como Fumero. Esto acontece en septiembre de 1936, dos meses después del alzamiento y dos años largos antes de la caída de Barcelona (fines de 1938) y del final de la guerra (1 de abril de 1939).

miércoles, 25 de agosto de 2010

Estamos convirtiendo la tierra en un parque temático



La cultura del Parque temático, todo limpio, bien ordenado, todos encaminados por el mismo sendero y de buen rollito, se extiende por todos los lados. Y sobre todo con seguridad, esa seguridad llevada a tales extremos que no hacen sino coartar nuestra libertad.



Me aburren los centros de interpretación. En todos los sitiios aparece uno. Y normalmente, o todos muestran lo mismo o no muestran nada porque los aparatos tecnológicos no funcionan. El acabose lo encuentro en el de las Lagunas de Neila, en el pueblo de Neila, abierto en la iglesia de San Martín, que resulta más interesante que lo que exponen. Una iglesia que está declarada Bien de interés cultural, de la que no se tiene constancia documental del origen de la Iglesia de San Miguel de Neila, pero la existencia de inscripciones reutilizadas en los muros, permite afirmar de la presencia del templo en el año 1.087. Pudo construirse en el siglo XI,y entre sus elementos valiosos encontramos la pila bautismal o las pinturas románicas ( un pantocrator) aparecidas tras la retirada del retablo barroco del ábside. Así mismo se encuentra en los muros de esta iglesia la inscripción más antigua del románico burgalés, que hace referencia a la fecha de construcción del edificio. Todo esto queda en un segundo plano para explicarnos como es un pino.

Y luego está el tema de los cartelitos con el que están sembrando el Pirineo. Paseando por Gistaín a más de 1500 metros de altitud, gente, lo que se dice gente, no te encuentras (un par de montañeros en toda una jornada), pero carteles....... Y por duplicado. Porque a los que ya existían hace años de madera, han añadido al lado, sin quitar los anteriores unos de metal poniendo lo mismo (ver foto), además del nombre de la empresa que los ha fabricado, una tal NYD. Luego están los que te prohiben hacer todo: Acampar (siempre se han hecho vivacs cuando se va de travesía), fuego (no se que se va a quemar haciendo una hoguera en los lagos de Millares), perros sueltos no (mira que no soy amigo de los perros, pero porque no pueden ir sueltos por el monte ¿será que sus caquitas desentonan con las de las ovejas, caballos, vacas y sarrios del entorno?)........ El cartel más incoherente, pero bien grande y hermoso, me lo encuentro en la bifurcación del camino entre Viados, la ruta al Posets y a los lagos de Millares. Un acrostico con la palabra SEGURIDAD en la que nos recuerdan todo lo que tenemos que hacer y llevar cuando andamos por el monte (bien calzado, llevar agua, ropa de abrigo, de lluvia, mapas o gps......). Mira que si llegas hasta ahí y te falta algo de eso........ Y luego la lista de teléfonos de urgencia: bomberos, cruz roja, 112....... lo que no dice es que allí no hay cobertura.

Lo mismo ha pasado este verano en el Pinar Grande soriano, un laberinto de pistas de asfalto y tierra. Este año lo han "balizado" con postes de madera y una plaquita de plastico para designarlo como ideal de la muerte para ir en bici. Cada 500 metros te encontrabas un poste, uno a cada lado. Y luego, al lado de los carteles carreteros que señalan dirección o kilometros a tal o cual pueblo, adjuntan otros de maderita y con un diseño moderno diciendote la misma información, pero para los biciclistas. quien llega hay con bicicleta ya sabe donde está, no necesita que le dupliquen la información. Suena al chiste de las campanas del reloj: ¿Que hora es?, la una, e¿estas seguro?, hombre.... lo he oido ods veces.



Antes sabiamos leer un mapa y orientarnos con una brujula, identificar los mojones y las señales del camino. Una mala concepción de la democratización del espacio y de la seguridad por encima de todo hara que terminemos viviendo en Port Planetaterra disney.





Cada día sabemos más para ser más inutiles. La humanidad gestiona bien los momentos de escasez. Pero se vuelve limitada cuando nada en la abundancia.

martes, 10 de agosto de 2010

Lecturas para el verano






A don Luis de Pimentel le produce urticaria los best seller. De hecho no lee nada de alguien que sea más joven que Galdós.

Eso no quita que, cuando cada verano me ve leyendo el superventas de turno se muestre interesado por que le cuente el argumento ( que lo conoce de sobra) y lo que opino del mismo.

De “El tiempo entre costuras” han girado algunas de nuestras conversaciones estos días, libro cuya portada, a pesar de parecer un folletín de Corín Tellado, es la más vista en playas y piscinas este verano.

El caso es que yo no le he cogido el punto. Es cierto que ha tenido competencia en el interés que despertaba en mi el Mundial, el Tour y todo lo que ofrece el Pinar Grande soriano. Y esto me ha provocado ver la trama de la novela como un guión para una temporada de “Amar en tiempos revueltos”.

Sin embargo, le digo al señor de Pimentel que le encantaría la recreación que hace de esa España desconocida que fue el Protectorado Español del Norte de Africa, en la novela ricamente descrito y convertido en un gran “Rick’s Café American”.

Y lo mismo se puede decir de la ambientación de la España de la posguerra relacionada con la Alemania nazi durante la 2ª Guerra Mundial, en donde los personajes, algunos tan interesantes y cultos como Beigdeber (Ministro de Asuntos Exteriores en el primer gabinete franquista) rompen el tópico maniqueo en el que durante 40 años unos eran santos y otros demonios y ahora vamos camino de otros 40 con las tornas cambiadas.

Le he recomendado a don Luis (aunque no creo que la vea) la web http://eltiempoentrecosturas.blogspot.com, que pone imagen y contexto histórico a esta novela. Esperaré unos años a releerla sin la competencia de otros intereses estimulantes.

Lo que no le he dicho a de Pimentel es que también me he leido “Los secretos de la roja”. Sólo recomendable para forofos pero muy forofos.

viernes, 6 de agosto de 2010

¿Gratuidad de los libros de texto?


Pues de momento ya llevo gastados 150 euros (25.000 pesetas, que suena peor). Es cierto que en la mayor parte es por cuadernillos de ejercicios (los que antes estaban dentro de los libros de texto), que no están al precio de los cuadernos Rubio. ¿Pero no se hacía todo en PC table y pizarras digitales de las que tanto presumen por el mundo y con Bill Gates nuestras inclitas consejeras de Educación?